Resulta que este film pertenece al nuevo género de las comedias ladroniles ya está hastiado en sí mismo y presenta una serie de atrayentes externos que combinan un pasatiempo sin más. Si el objetivo de los guionistas era que contempláramos al señor Harrelson y Brosnan dándose cremita en la espalda, a una Salma bien atractiva y seductora, a una isla digna de mención y a dos actores afroamericanos para llenar el reparto equitativo pues lo han conseguido. El retruécano del robo, una vez más bien sorprendente, con dos giros de sorpresa al final está bien llevado para entrar a lo grande en el género pero eso sí ahora aderezado de un poco de moralina. Los malos son artilugios sin originalidad y la pareja de humoristas, ladrón y policía más bien justitos. Sin intensidad, sin fuerza, sin detalles significativos, un pasar de escenas bonitas. conversaciones pueriles para un final ya conocido y la risa fácil digna de mensajes vacíos. Cine para entretener.