Del país gaucho, Argentina, nos viene esta película dirigida por Alejandro Doria, quien hace dos décadas dirigió la película Esperando la carroza. ¿Se le habrá olvidado esto de dirigir? Me hago una pregunta a mí mismo. ¿Porqué Las manos me recuerda a El último justo? Es que esta última fue tan cutre, tan previsible, tan serie b, tan horrenda que voy con paso lento y sin hacer ruido a comprar la entrada. Uf, qué pereza. Cuando he solido decir yo que con Argentina en el cine siempre se suele ganar no me refiero a estas producciones que ensucian la cinematografía de este país.
En el reparto encontramos a Graciela Borges (Sobre la tierra), ya entrada en años, a Jorge Marrale (Quiéreme) y a Belén Blanco (La vida por Perón). Actores con unos cuantos títulos a sus espaldas. unos más que otros. Se le puede mirar con mejor cara sabiendo que hay profesionales detrás. Sin embargo, me convierto en un escéptico cada vez que veo en cartelera títulos como El último justo o según me vienen contando, La monja. Lo primero, no cuentan nada nuevo. Lo segundo, lo que cuentan lo cuentan tan mal que termina por ser peor. Y tercero y último, no me las creo. Y es que desde hace unos años no sé qué vena le ha entrado a algunos directores y productoras de inventarse films con temáticas eclesiásticas, masónicas, llenas de laberintos supersticiosos e historias aún más infumables. Terminaré por darme cabezazos.
Depende de qué humor tengais el día que vayais al cine, podeis ir a verla. ¿Porqué no? Al fin y al cabo a todos nos gusta la comedia.