El nombre de Frank Oz suena más veces cuando se habla de Star Wars o las producciones de Jim Henson que cuando citamos a directores especializados en comedias. No obstante, Oz ha dirigido con desigual acierto films bastante populares como In&Out o Las mujeres perfectas, una labor como realizador que dio comienzo hace más de veinte años con la maravillosa Cristal Oscuro, que codirigió con el propio Henson. Con Un funeral de muerte, el director regresa al género de la comedia a través de una historia centrada en una reunión familiar con ocasión del entierro de su patriarca. Se trata de un estupendo pretexto para dar rienda suelta a una serie de personajes a cada cual más excéntrico y recurrir asimismo al humor más negro. El recurso de la familia disfuncional ha brindado grandes películas a la gran pantalla, una de las últimas la premiada Little Miss Sunshine.
El grupo de actores encargados de dar vida a los sufridos protagonistas está compuesto por gente como Andy Nyman, Matthew Macfadyen, Keeley Hawes o Ewen Bremner, nombres no demasiado conocidos por el gran público pero que han intervenido como secundarios en películas tan populares como Orgullo y prejuicio o Trainspotting. En una película coral como esta, resulta imprescindible que el reparto lleve a cabo una labor impecable. La película obtuvo el premio del público en la última edición del Comedy Arts Festival. Puro humor inglés que corre el riego -o la virtud, según como se mire- de desembocar a la mínima de cambio en un cine algo más gamberro, sobre todo si decide atacar a través de los gags visuales en detrimento de los dialécticos. Lo que está claro es que promete ser una película tremendamente divertida.