Crítica de la película Encontrarás dragones por Hypnos

La precrítica de esta película se presenta resbaladiza cual anguila. Si nos enfocamos en la vertiente estrictamente más cinematográfica podremos decir que se trata de una película escrita y dirigida por Roland Joffe, uno de esos directores de los que uno se pregunta qué fue de su vida. Sí, seguro que le conocéis por La misión, Los gritos del silencio o La ciudad de la alegría aunque tras su trabajo en Super Mario Bross, sin acreditar, su carrera pasó al inframundo.

El guión de esta película, según cuentan, le fue ofrecido a Alejandro González Iñarritu, el cual lo rechazó. El título del film hace referencia a la antigua expresión cartográfica de Hic sunt dracones, que creo que le viene muy bien a la película desde un punto de vista metacinematográfico.

La película, en última instancia, trata sobre la vida de José María Escrivá que acabaría añadiendo el de Balaguer y fundando el Opus Dei. A partir de aquí, querido lector, ya sabrás a dónde quiero llegar.

El actor encargado de encarnar al beatificado personajes es Charlie Cox (Tirante El Blanco o Casanova, no siendo en ninguna el personaje principal, claro está), pero también vemos en el casting a Unax Ugalde, a Ana Torrent, a Geraldine Chaplin y a Olga Kurylenko.

La película está producida por el propio Joffe y en, aproximadamente un 40 %, por Ignacio G. Sancha y por Ignacio Núñez, miembros del Opus Dei que han canalizado la inversión de un centenar de inversores privados que, previsiblemente, compartirán creencias.

Las malas lenguas dicen que se trata de una película propagandística y de que supone la reacción de la Obra a películas como El código Da Vinci. Está claro que la polémica siempre le viene bien a una película en su estreno. Yo considero que esta película puede ser lo que supuso Campo de batalla: La Tierra a la cienciología. Y matizo. Hablo de que será una película dotada de una notable espiritualidad, cuestión que Joffe sabe reflejar excelentemente, pero sin abandonar los rudimentos del espectáculo cinematográfico.

Para terminar he de decir que la promoción que está haciendo la película es ciertamente notable. Se han organizado varios pases privados en los que la película se ha mostrados a unas mil personas a cambio de que hablen de ella o de que organizan una premiere. Una película como La última cima, a través del boca a boca y de la conexión religiosa, consiguión recaudar mucho dinero en no demasiados cines. No debería extrañarnos de que fuese la nueva número 1 del box office español si Torrente 4 ya ha llegado a su techo.