Estamos ante el primer largometraje de Jaime Marqués, que fue premiado en el Festival de Málaga con el Premio Especial del Jurado. Si, puede que a algunos esto nos llame la atención, pero viendo como está últimamente el panorama del cine español, ciertamente no puedo decir que sea un indicativo seguro de calidad.
¿Que me vuelve a impulsar a darle ese voto de confianza? Pues algo extraño que leí sobre esta película, como que tiene un cierto aire al cine de Wong Kar Wai. Ni de lejos se me ha ocurrido que vaya a llegar a los niveles de elevación a un mundo tan bello como el que logra este director chino, pero ese aire de melancolía y de tristeza biselada, si que puede tener una cierta importancia a la hora de contar la trama, y con eso me conformaría.
Además, en el reparto contamos con la inestimable intervención de Juan José Ballesta, al que hemos podido últimamente en la malograda Cabeza de perro. Aquí vuelve a hacer de joven marginal, como en sus premiadas actuaciones en El Bola o 7 Vírgenes. A su lado estará María Valverde, ganadora de un Goya como actriz revelación por La flaqueza del bolchevique y quien interpretó a Lucrecia en Los Borgia.
Lo que mas miedo me da, es el guión, escrito por el propio director, que cuenta con la colaboración de Enrique López Lavigne, autor de otras fechorías como El asombroso mundo de Borjamari y Pocholo y la que todavía parece no he tenido la osadía de ver, 28 semanas después. No se muy bien que batiburrillo romántico puede salir de aquí, pero la verdad es que tengo curiosidad en descubrirlo.
Una vez más, arriesgaré mi salud mental entrando al cine, aunque siempre me quedará el consuelo de ver a un maravilloso Ballesta en acción. Este chico siempre merece la pena.