Desternillante es el adjetivo que a mi parecer mejor se adapta a esta película. Diálogos ingeniosos, con chispa, lo que era de esperar pero mejor. Espíritu trasgresor que llega más lejos de lo que estamos acostumbrados (jugando a este nivel). Además una necesaria carga friki, con importantes verdades sobre trilogías. Jay y Bob tan insolentemente divertidos como siempre, parodia del baile psicópata de “El silencio de los corderos” incluida.
Todo esto está muy bien y es lo que se espera de Kevin Smith. Pero puestos a pedir más, me gusta la manera en que retoma la película anterior. Empezando con el blanco y negro, como luego terminará y pasando al color bruscamente: con un incendio, que quema el local y con él arde el hilo, dejando claro que esta es otra película, más madura, más colorida, distinta. Con más dinero pero buscando conservar un aire alternativo, el necesario para rodar calles vulgares y sin importancia de Nueva Jersey. Esta vez ya no es obligado, ahora es buscado, y bien buscado.
La química entre los protagonistas está muy lograda. En poco tiempo, sin necesidad de crucificar a la prometida, el espectador se posiciona y nota esa relación especial que tienen empleado y jefa. Lástima que el actor protagonista es bastante limitado, problemas de una secuela.
El mensaje, que a priori no deja de ser sencillo y claro, creo que esconde una reflexión personal del director sobre su propia carrera. Smith, recientemente ha estado flirteando con los estudios, con la posibilidad de participar en la reciente película “Superman Returns”, de la que, como sabemos, finalmente, por desgracia, se ha ocupado Brian Singer. También tenía otros proyectos que parece que no podrán ser llevados a cabo. El hecho es que la moraleja de su protagonista le vale a él mismo, porque al final él ha terminando volviendo a su cine, a sus pequeñas películas de Jersey, dejando atrás otras opciones a las que podría haber accedido siempre que se hubiera aceptado no ser el dueño de sus decisiones. Exactamente igual que el protagonista. La chica rubia y todo lo que supone es Hollywood. No todo el mundo quiere las mismas cosas. Creo que Kevin Smith se abre completamente en esta película bajo todo ese envoltorio de gamberradas.
Aunque todo este rollo que acabo de soltar no es la clave. La clave es su insano e ingenioso sentido del humor.