El ciberpunk es un género que hereda parte de las obsesiones del punk (maltrato a la carne física, y lo barato del "do it yourself") y otra parte de las obsesiones propias de la época (finales de los 70 principios de los 80) como: las grandes corporaciones internacionales, el enorme aumento y popularización de la droga, y la confirmación de Japón como gran potencia mundial (en general atrae lo asiático, desde la tecnología a las artes marciales). Un futuro postmodernista lleno de maltrato al cuerpo (con implantes, piercings, tatuajes), consumo de todo tipo de drogas, y prototipos tecnológicos baratos robados a una gran corporación que domina todo y tiene más poder que los estados.
Sleeper Dealer hereda muchas cosas del ciberpunk: el mundo distópico, las realidades virtuales e implantes y el futuro distópico con crítica social. Por eso creo que disfrutaré mucho viéndola (me encanta el ciberpunk, por si no se ha notado todavía). El mayor problema que puede tener Alex Rivera (que con ésta firma su primera película), es que todo lo que haga resulte añejo (ciberpunk), y nos aburra con reflexiones de salón.
El ciberpunk en el cine se ha retratado menos veces de lo que parece. Y eso que es un género que ha dado grandes éxitos como Blade Runner o Matrix (incluiría mi amada Videodrome como gran éxito, pero no quiero que se me note mi lado fanático). Por eso creo que una película ciberpunk nunca está de más...
Veremos.