Aunque de buenas a primeras parezca un trabajo menor lo debemos entender como un trabajo diferente. No tiene esa estética de peli fuera de serie de filmoteca básica y tampoco ha llegado con una fuerza publicitaria imparable. Con Ang Lee no tendríamos que preocuparnos de nada. Su historial avala continuamente que la calidad de sus cintas aumentan en progresión ascendente. Deseo, peligro fue una película más que especial. Un trabajo enorme.
Si hay algo que agradecer a este director es su gran capacidad para ofrecer al espectador trabajos serios y muy bien cuidados. No suele tropezarse y cuida mucha sus proyectos. Prueba de ello es el importante historial del director chino en cuanto a los premios y nomaciones más prestigiosas del mundo de la cinematografía. Suele tener muy claro lo que quiere y lo hace.
Su último trabajo, Destino Woodstock, tendrá la intención de ser una película ante todo divertida, con bastantes momentos para la carcajada y todo ello englobado en un contexto de conflicto y drama personal de sus personajes. Intentando evitar el aburrimiento pero ofreciendo problemáticas.
En el reparto destaca el actor Liev Schreiber (Resistencia) y Emile Hirsch (Mi nombre es Harvey Milk), que tendrán que hacer de discípulos de un director exigente con sus intenciones de hacer buen cine como pocos. Lee es un seguro de vida.