Con aires de comedia abusiva de risa fácil, que no facilona, Diesel es el estandarte de una película que pretende taquilla fácil sin ser desde luego un producto sencillo.
La estructura de la película en busca de un personaje mafioso que se defiende a sí mismo cansado de abogados inútiles, parece comprometedora porque la excusa de su gracia como situación inverosímil acabará pronto en una duración de 2 horas.
Espero una dirección sin más, un personaje central que acapare y además bien, como mafiosete venido a menos puede dar el pego el musculoso, y algo más escondido detrás del guión sin caer en la pretensión de ser una película realmente grande. Al menos se esfuerzan un poco con este tipo de productos.