Me equivocaba en el concepto de documental de mucho montaje y ritmo, para nada, Al Gore es el protagonista de varios descansos de su vida personal tratando de explicar su interés en ese problema del calentamiento global, pero más allá de esto, el proyecto se basa en una inteligente y bien estructurada maraña de gráficos y fotografías que expresan un sentir preocupado con cifras de escándalo.
El ritmo pausado pero incesante, siendo impetuoso en lo que conviene y remarcando cuanto ha de quedar claro, en ocasiones incluso con dibujos animados chistosos, ayuda a la perfecta comprensión de una voluntad de concienciar basada en datos muy exactos que de ser ciertos dejan poco lugar a las dudas.
Al fin y al cabo, además de para dejar claro el problema, este documental está pensado para no pasar desapercibido y que el problema no se sigua acumulando en el ya veremos que hacemos. Por esto creo que es un triunfo, porque llega, trasnmite y capta la atención con poco que a la vez, con la fluidez de palabra del guión de Gore, es mucho.
Poco cine, mucho de ser inteligente exponiendo, y un claro ejemplo de datos que no se deben dejar a un lado. Trabajo bien hecho.