Hace ya muchos meses que Sherlock escribió el documento clave para entender esta película. Y, la verdad, es que poco más se puede decir.
Como toda película formada a base de cortos, los habrá mejores, peores, y será algo así como comerse unos pececitos salados.
Que uno es más flojo, pues esperamos un ratito al siguiente, y así hasta que desfilen todos.
Eso tendrá el que haya cortos buenísimos, pero que será inevitable que no nos mantengamos dentro de la misma. Entre otras cosas porque tampoco sus autores quieren ni buscan eso.
A mí, que personalmente Paris me encanta, tendré una fantástica ocasión de pasármelo en grande volviendo a ver todos los rincones de la ciudad, de la mano de unos cicerones de lujo.
Una oportunidad que no hay que perder.