Cuando casi todo anunciaba que el ejercicio de llevar a pantalla a otro conocido y atormentado personaje de la historia estadounidense, podía naufragar como otros muchos por distintas y variadas razones, esta película se salva de la quema sin mucho espectáculo pero con una entereza que se sale de lo normal.
Sin ahondar en las escenas de pasado triste, sin decaer en interminables interpretaciones que acaban por hastiar al personal, y con una pareja que sostiene cada hora de película a partes iguales, se muestra una película decidida, para nada exagerada, con tranquilidad para los momentos dramáticos y no muy aspavientosa cuando hay vigor. Una película bien resuelta, firme, bien trabajada, con saber estar.