Nicholas Stoller con su segunda película, Paso de ti como ejemplo de su horroroso nacimiento, nos presenta la profunda necesidad de buscar ser el copiotis de la empresa Judd Apatow (Lío embarazoso o Hazme reír), con una producción que busca dinero y de paso algo de fama en el mundillo de los titulitos sin fuerza ni originalidad. La estupidez siempre a dado dinero, y sino que se lo digan a Mel Brooks, pero el estilo, las formas, las maneras y el mérito de su búsqueda lo son todo.
Los amantes del cine deben huir, en cambio los amantes de simplemente divertirse van a acertar de pleno, porque las situaciones fuera de norma, los protagonistas a cada cual más quijotesco, y los supuestos panfletos de aplauso a la alocada vida estadounidense, serán bien llevados para hacer reír de manera intensa pero corta, como sin sentido, aunque si lo que se quiere es huir de la existencia un rato no critico la pausa de este tipo de sonrisa rápida.
Lo que me resulta extraño es que este cine medio lo ofrece la distribuidora media española con producciones más cercanas y realistas, más de calle y de sencillez extrema y sin embargo son rechazadas incluso por el mismo público. Esto demuestra la enorme buena campaña continuada del megamerchandising de la gran industria estadounidense. Pues sigamos riéndoles las gracias, aún nos queda Cruz y Raya.