Sofia Coppola poco a poco va decayendo hacia el formato de películas de 90 minutos, no tan extensas y rebuscadas, sin necesidad de destacar como directora de renombre pero principiante y se ha metido en un estilo demasiado fácil en lo que podría ser su primer tres estrellas ramplonas.
La diferencia con sus otras películas puede radicar en que en las otras, véase Lost in traslation, Somewhere o Maria Antonieta, existían personaje con profundidad y un enérgico mundo insólito detrás por muy en la modernidad que vivieran. Puede que el argumento de esta entrega no dé como para llegar tan lejos, y la simpleza acabe con la paciencia del espectador que espera lo esperado de ella. Unos robafamosos no dan para mucho.
Los personajes trasnochados es lo que tienen, que cuando prescindes de ellos en tus guiones acabas echándolos de menos entre las líneas y en el éxito en pantalla. Puede que sea un alto en el camino de la carrera de la directora de apellido noble.