Los Simpson molan. Pues claro. Hasta ahí llegamos todos, y creo que sin excepción. Los Simpson, la película, va a ser lo mismo pero en 90 minutos. Horita y media en amarillo. ¿Pues claro? Eso parece, cuando menos.
Con dos trazos tan gruesos, parece que poquito análisis de más necesitamos, pero... ¡pero!, aquí es donde llegan a nuestro recuerdo los capítulos de la serie que, precisamente, menos recuerdo necesitan, porque son los más recientes. Sí, las ultimísimas temporadas de los Simpson, las cosas como son, han sido precisamente las más flojitas. Y es precisamente de manera directa y seguida de ahí de donde nos llega esta película; la misma gente, la misma línea de trabajo...
...y aun así, reconozcamos que el capítulo más flojo de los Simpson está sobradamente por encima de lo que tragamos día y noche en televisión. Por eso, si bien no espero una película al nivel de los mejores gags de Los Simpson, de sus mejores momentos, ni de sus mejores capítulos, sentarme en la butaca me garantiza una hora y media de diversión diferente, asentada en un mínimo de ingenio y ante un buen puñado de personajes que, como bien decía mi compañero Sherlock en su precrítica, son ya casi de la famila.