Pina Baush era una bailarina y coreógrafa alemana de gran calado en el mundo del arte de la danza que atrapó a Win Wenders, sedujo su curiosidad cinematográfica y captó su absoluto interés por mostrar el movimientos de sus ejercicios. Lástima que cuando el proyecto de mostrarla en pantalla parecía coger forma el fallecimiento del personaje central parece que provocó un cambio, de hacer un film con Pina a hacer un film para Pina, comentaba Wenders, y a eso añado yo, y además lo hago en 3D para entrar en el mundo moderno.
Lo cierto es que el potencial de la tecnología en 3D puede que en esta ocasión realmente haya servido para ofrecer más versatilidad y capacidad a un director para mostrar imagen, profundidad de la misma, desarrollo de sus constantes vitales, en una tarima de teatro, en un arte que aplaudir por bello y alto, pero que no llega a la humanidad con garantías. Este documental es sin duda un bonito recuerdo de la artista, de sus momentos, de su vida y de su potencial.
No sé si Wenders, el genial director de El cielo sobre Berlín y las recientes Llamando a las puertas del cielo o Palermo Shooting, será el adecuado para llevarlo acabo, espero que esté asesorado para llevar el documental a buen puerto en cuanto a las formas, pero lo que sí tengo claro es que tiene alma como para mostrar el triunfo del arte en forma de alas que bailan. Es el ideal para captar o sentir y después transmitirle a otro que pase a 3D, eso que él sabe que conoce. Siempre lo hace, nos cuenta el ser humano a su modo, esta vez también.