Crítica de la película Charlie y la fábrica de chocolate por Hypnos

Soberano bostezo de película y soberano aburrimiento el que me ha deparado Tim Burton.

Sé que mi post llega tarde, pero no tan tarde como esta película de un Tim Burton que me parece que ha llegado al callejón sin salida de su creatividad. Lo único que afana en demostrarnos Burton es que sabe hacer muy bien lo que sabe hacer, y que sólo se limita a fotocopiarlo porque ya no tiene ni fuerzas ni ganas ni talento para salirse de ello. Mucho está pagando el descalabro de su Planeta de los Simios.

La primera parte de la película es, aún, pasable, con un Burton al que ya vimos con mejor tino y pulso en "Eduardo manostijeras". Me ha gustado la casa torcida, la relación de Charlie con su familia, los flashbacks, la idea de los billetes...pero no he soportado empezar a descubrir el mensaje claro y rotundo (en esto estoy de acuerdo con lo que comentaba mi compañero Sherlock) a través de las personalidades de los otros niños.

La utilización de los fxs que hace esta película me parece deplorable, da a todo un toque de irrealidad cercana al videojuego o al dibujo por ordenador que daña al ojo y al alma.

Pero lo peor llega cuando entramos dentro de la fábrica de Wonka. Si Deep ya estaba patético en "Los piratas del Caribe", en esta película ya se desmadra sin sentido. Me parece que el paralelismo de todo con la vida de Michael Jackson es más que evidente y apestoso.

Los números musicales y todo lo que sucede dentro de la fábrica me parece deplorable, tanto, que no encuentro ni público que lo pueda tragar. Sólo niños en tierna edad de hasta tres años pueden seguir con algo de interés esta película.

Yo, sinceramente, opté por dormirme.

¡BASTA YA!