No es ni la primera ni esperemos la última vez que vemos a Ricardo Darín en el Festival de San Sebastián. Ya es una tradición verle entre nosotros a mediados de septiembre. El año pasado concretamente nos visitó con El baile de la victoria de Trueba y con la brillante El secreto de sus ojos de Campanella. Esta última sufrió un duro golpe tras no ser galardonada ni con la mejor dirección ni con la mejor película y ni si quiera el mejor actor. En fin.
Polémicas a parte. Ricardo Darín, sí. Quién más. Bueno, Pablo Trapero. Su película más sonada hasta la fecha es Leonera. Es uno de los máximos exponentes de su país en cuanto a directores de cine y viene a San Sebastián con su último trabajo Carancho. Por supuesto que Carancho es mucho más que Darín y Trapero pero háganme caso que ayuda, ayuda mucho. La cinta como tal es un thriller de suspense a la argentina, por lo que creo que gustará al público en general porque al igual que en El secreto de sus ojos los minutos irán muy bien repartidos, había tiempo para la risa, para el cachondeo y también para el suspense, para la acción, light pero acción. Y por supuesto para el contenido y lenguaje cinematográfico. Yo me espero al Darín de siempre, no hace falta ni presentarlo porque es una obviedad que se va a salir. Y al resto, es cuestión de inercia.
Carancho responde a un perfil de película simpática, con una historia entretenida llena de momentos de humor, momentos para el amor, personajes muy interesantes y con los que nos sentimos identificados, vamos, una historia que la podríamos vivir nosotros mismos, algo cotidiano. Habrá historia de amor, estoy seguro. Esta es la película para el espectador que quiera ver algo bueno, entretenido y con contenido además de no tener que leer los subtítulos. Muy recomendable.