Desde la más profunda Alaska llega a la gran pantalla otra de sustos y sangre pero con un escenario más frío de lo habitual. La idea de esta cinta surge a partir del cómic de Steve Niles y Ben Templesmisth que ahora se lleva al cine.
Teniendo en cuenta su título, me interesa especialmente el trabajo de iluminación. Lo digo porque puede que sea tan cutre que no haya ni dios que se lo crea. Puede ser lo más atractivo que tenga además del ambiente en el que se desenvuelve la historia. El seguimiento de personajes al borde de la locura, ataques y defensas, escondrijos, perseguidores y perseguidos, supervivencia y demás entramado que conforman este tipo de cintas es más creible sin un fogonazo de luces de esos que alumbrarían una bahía entera. Al margen de la luz propiamente acondicionada para tal situación claro está. Pero para aquellos que quieran sustos, sangre y héroes de pueblo seguro que aciertan. Porque es básica, ni siquiera a la altura de la escasita 28 semanas después. Nos vamos a cansar de ver tanto de lo mismo que nos quitarán las ganas de conocer más este interesante género.
Como protagonista de la peli tenemos a Josh Hartnett, cuya aparición en La Dalia Negra fue de un nivel tan bajo que me prometí a mí mismo no volver a verle en tiempo. A día de hoy existen caras bonitas como la suya mejor pagadas y valoradas. Y que encima gustan más. Ben Foster (Alpha dog) y Melissa George (Turistas) acompañan a Hartnett en esta "aventura".
Su director es David Slade (Hard Candy) donde curiosamente empezaba a dar sus primeros pasos Ellen Page, la protagonista de Juno.
A todos los seguidores del cómic decirles que no se desanimen si la versión cinematográfica es para tirarse de los pelos. A veces es mejor quedarse con el hieratismo propio de las viñetas de los cómics.