Lo cierto es que con semejante título que ha elegido el que suscribe la presente postcrítica podría llevarse al engaño de creer que la película es un "sin más", y nada más lejos de mi intención. Simplemente quería subrayar que la película ha sido lo que me esperaba y me ha dado lo que le pedía.
Quizá me esperaba un poco más del director Bruce A. Evans en lo que se refiere a dirección. Me esperaba una dirección con mucho ritmo, con algún que otro tembleque en lo que a narrativa se refería y un par de escenas para recordar.
En cambio creo que ha mostrado un buen pulso y le han faltado esas dos buenas escenas. Ha cumplido el expediente con una dirección con atmósfera y sin cargar las tintas con los homenajes tipo Seven, si bien no obviándolos como la escena en la que Tracy y Hawkins encuentran el cadáver colgado del techo en una silla.
Por lo que respecta a las interpretaciones, William Hurt, con un cheque en blanco, cumple el expediente. Demi Moore creo que se queda raspando el aprobado, y el que aprueba con nota es Kevyn Costner, sinceramente, creo que está en el mejor papel de su carrera.
Sin embargo lo que más me ha gustado de esta película, y sin guardar un orden de prioridad, es lo siguiente:
1) La banda sonora de Ramin Djawadi, que logra imprimir a muchas escenas el brío que le falta a la dirección de Evans, con especial mención al momento del sueño de Costner, en el que muere a manos de su hija.
2) La fotografía de John Lindley, que da una auténtica lección, cobrando su importancia en el primer asesinato y en los momentos de oscuridad en las salidas nocturnas de Brooks y Smith.
3) La ligera carga filosófica sobre la manera en que la violencia o la enfermedad ligada a la necesidad de la misma no conoce de barrios ricos o pobres y la misma puede transmitirse por vía genética.
4) El tono snob de la película y varios momentos en que se utiliza al personaje de Marshall para hacer comentarios sobre metacine.
Le falta, como decía, ese toque de dirección y un guión menos de filigrana que, por lo menos, no termina con la escena del sueño, sino que nos la ofrece para sorprendernos y nos muestra lo onírico de la misma y la curiosa manera en que un asesino en serie vivirá aterrorizado el resto de su vida por la carne de su carne.
En definitiva una buena película sobre un gran personaje.