Puede que un tres se quede corto para este título, pero a mi me sigue entreteniendo igual que siempre, por lo que no lo veo como algo negativo. Media estrellita mas sería lo justo.
Con una facilidad pasmosa, nos cuela una trama descabellada con fantasmas incluidos, que no evita hacer sonreír al público, con su especial visión de la muerte y el mas allá.
Woody Allen vuelve a sus tartamudeos y sus inseguridades. Vuelve a plasmar de forma un poco mas oculta sus fobias y miedos. Scarlett Johansson acompaña, con su personaje ingenuo, a la perfección, demostrando que esta chica sirve tanto para un roto que para un descosido. Hugh Jackman, correcto. Este chico, lo siento, pero baja muchos enteros sin sus patillas y su entrecejo fruncido.
Mezclando personajes y ambientes que nada tienen que ver, consigue una atmósfera continua de parodia. Diálogos inteligentes, puntillosos e irónicos, hacen este film entretenido, pero quizá un poco cansino a todo aquel que no le guste Allen. Por que, vamos a ser sinceros, el patrón de sus ultimas comedias como “Made in Hollywood”, “La maldición del escorpión de Jade” o “Granujas de medio pelo”, se repite otra vez: Unas situaciones que ridículas a primera vista, que se convierten en el motor de la historia, y sus manías y tics , aunque a decir verdad, menos acusados esta vez.
Pero que le vamos a hacer, yo disfruto con este hombre, y cada comedia que estrene, la visionaré con gran placer. Ligerita y divertida, para disfrutarla tranquilamente