Nos encontramos ante un documental de personaje, Lucio por supuesto, que además de albañil es y fue con sus actos anarquista, metido en mil acontecimientos importantes de épocas anteriores. Ya de por sí, parece bastante motivador el argumento que nos pretenden mostrar Jose María Goenaga (Supertramps) y Aitor Arregi (Cristobal Molón).
20 entrevistas a diversas personas cercanas a él e incluso a él mismo, nos dejarán bien clara la larga línea de sucesos sorprendentes en los que tomó cuenta a lo largo de un currículum desbordante. De corte sencillo centrándose en la realidad misma de lo relatado, no contará con una apasionante disposición técnica, pero sí una diversa capacidad de maniobra del montaje y del encuadre, para ensalzar más los momentos de misterio, que seguro que hay, del film.
Desde luego, si hay que elegir un documental, es este ahora que en los últimos tiempos ya no se manejan de la misma manera en la gran pantalla. Hechos insólitos, misteriosos o diáfanos en el tiempo son los objetivos de las producciones llamadas menores en forma de documento, y esta lo tiene todo para gustar.