Da gusto cuando Europa es capaz de con inventiva y algo de criterio utilizar la capacidad digital y técnica para crear historias, bien para adultos, bien como en este caso para niños. La edad de esta historia de hermanos, la edad para que entiendan cuanto sucede no es mucho más importante que en otros films, porque su tono es al fin y al cabo, un tono dispuesto y pensado para ayudarles a viajar al cine y disfrutar de las aventuras de una mágica, espacial o simplemente fantástica historia de momentos muy reales y otros muy imaginativos.
Es posible que en esta ocasión, las distancias culturales de unos niños daneses no sean ni siquiera nombrables, porque al espectador menor que se le ofrece esta película, hay que tratarlo como lo que es, alguien a quien ayudar y mecer en una historia sin demasiada dificultad y malicia. Por tanto, animo a que aquellos que no se suelen acercar que se acerquen y a quienes lo hacen habitualmente que se atrevan con esta producción interesante y artística con buenas intenciones.