Crítica de la película Moon por Hypnos

Apuntaba maneras esta película antes de lanzarme a su visionado, y he de decir que, al contrario de lo que opinan mis estimados compañeros Rómulo y Sherlock, me parece una película redonda, de cinco estrellas.

Tal y como apunta Rómulo, creo fundamental tener la suerte de entrar en esta película absolutamente virgen de cualquier amago de sinopsis. Creo que esto es algo fundamental en cualquier película, pero más en ésta.

Antes de empezar, una rápida reflexión. Es curioso cómo a veces se juntan por azar algunos eventos vitales. Siempre he tenido curiosidad por la clonación y, sobre todo, por la posibilidad de clonar el espíritu, lo inmaterial, más allá de lo material. En estos días estoy leyendo La posibilidad de una isla, de Houllebecq, donde se trata este tema y, aunque en Moon no se entra a matar en este punto, sí que aporta matices interesantes.

Lo que más admiro de los creadores del siglo XXI, más allá de que sean capaces de crear un estilo nuevo, que lo aprecio pero no lo busco con denodado ahínco, es que sean capaces de que no son nuevos, que son el resultado ya de más de un siglo de Cine. De ahí que aprecie que el director y el guionista jueguen y tengan en cuenta que el espectador ha visto mucho cine. Y Duncan Jones ha visto mucho cine y juega muy bien con ello.

Efectivamente, Gerty no es HAL 9000, pero en el comienzo del film, Jones juega con el bagaje de HAL, sobre todo cuando el clon de Bell lo descubre hablando en vivo con la empresa y le impide salir fuera. Finalmente resultará todo lo contrario, por la sencilla razón de que Gerty ha sido programado para "satisfacer" a Bell.

También, como apuntaba Sherlock, vemos retazos de Solaris, de Tarkovski, vemos más 2001 en algunos planos acompañados de música clásica, y, sobre todo, vemos Blade Runner, y la conciencia de unos clones que conocen de su caducidad, sobre todo el primero de los clones, que se sabe va a morir, y al cual vamos viendo su decadencia desde que descubre el inhibidor.

Jones consigue mantener la narración con pulso muy firme. No se permite alardes en ningún sentido. Juega a descolocarnos y a colocarnos con tranquilidad, y lo consigue. Nos presenta con rapidez y habilidad en el entorno en el que nos vamos a mover en toda la película, como si del inicio de la segunda temporada de Lost se tratase.

Pero sobre todo lo que más me ha gustado es que los personajes actúan con realismo, lejos de lanzarse a resolver el misterio para el espectador, actúan primero entre ellos, discutiendo quién es quién, con pasmosa tranquilidad (quizá la clonación es algo muy extendido, nos lo ocultan al inicio), ambos seguros de su yo, hasta que de una manera lógica descubren todo el entramado. Me gusta el desarrollo.

Y me gusta ese final entre épico y dramático. El clon de Bell llegará a la Tierra, pero lo más probable es que sea eliminado por la corporación. Es difícil imaginar que pueda sobrevivir. Por el camino, uno se identifica con el clon, deseándole lo mejor, pero también sabiendo que su realidad es la de desaparecer. ¿Será el verdadero Bell el que está en la Tierra tras vender su ADN para que sus clones sigan trabajando por períodos de tres años en la cara oculta de la Luna? ¿La Corporación será aún peor y ha enviado de vuelta a un clon?

Como la Luna, la película de Jones tiene su cara oculta, y uno se queda con ganas de más. Estas ganas son, en mi opinión, merecedoras de las cinco estrellas.

Por supuesto, fenomenal Sam Rockwell, magnífico el trabajo de Spacey y del músico Clint Mansell.