Marie es una joven que intenta aprobar secundaria, Olayinka es un huérfano nigeriano recién llegado a Alemania y Martin es un chico tímido que quiere vencer sus inhibiciones. Estos son los personajes que tratan de coreografiar sus andanzas en este peculiar producto entre el documento y el experimento cinematográfico.
Sus directores, Thomas Grube y Enrique Sánchez Lansch, se han acercado al proyecto pedagógico que la Orquesta Filarmónica de Berlín ha puesto en marcha a través de su fundación, su director, Sir Simon Denis Rattle, colaborando con el coreógrafo juvenil Royston Maldoom.
Una película documental que reúne hasta a 250 jóvenes de todas las edades y razas que fueron seleccionados para esta experiencia. La obra seleccionada es el ballet La Consagración de la Primavera de Stravinsky.
La verdad es que a priori todo hace pensar que se trata de una oportunidad para los amantes de la danza, la música, y toda la cultura que rodea ambos elementos, pero como curiosidad y retrato para no conocedores puede resultar muy interesante. Sin demasiados alardes, más cercano al puro dodumental que al cine.