Un misterio en toda regla; el prototipo de cinta que uno descubre en el Festival.
Para empezar, porque estamos ante la ópera prima de su realizador, Aaron J. Wiederspahn. Él es, además, el responsable del guión, con lo cual resulta evidente que nos encontramos ante un trabajo de autor, una obra completamente propia, sea para bien o para mal.
Wiederspahn ha tenido la fortuna, la infinita fortuna y el infinito honor de contar con David Strathairn como protagonista. El profesor inglés marcado por un pasado turbio será un rol perfecto para que Strathair demuestre, una vez más, los sobresalientes registros en los que suele moverse, con una facilidad pasmosa. Un actor como la copa de un pino con un papel absolutamente protagonista en sus manos. Un regalo.
Quizás por aquí acabe cojeando Wiederspahn, en una película que huele a seguimiento continúo del personaje de Strathairn, que al final casi se convertirá en el director involuntario del invento.