Crítica de la película Brokeback Mountain por William Munny

Aunque en ocasiones resbala por la intensidad de los momentos que suceden, difíciles de transmitir y aguantar, con dos hombres duros y cohibidos al principio, y más tarde callados por verguenza y fastidio, ambos juntos, uno ayudando a otro en un baile de pareja bien comprenetada, la película se levanta, se mantiene firme para seguir esa línea de tratamiento no carnal de la pasión de ambos.

La dirección, lista, conmovedora pero sin interceder entre ambos, deja tiempo a la banda sonora para dar tiempo al análisis de un proceder de personajes que se nos escapan en ocasiones por la incomprensión de sus sentimientos. Todos estos hechos, todos estos separados pero no desmenuzados elementos de la película hacen que llegue, que enganche, que demuestre que la excusa de unos vaqueros en realidad no es tal, sabiendo que desde luego en otras circunstancias su amor no habría sido tan bien asimilado.

Con la tranquilidad de la no exageración, dejando que ambos actores se muestren respetuosos y osados en sus respectivos papeles, el film formará parte de la historia, no tanto por la calidad sino por el excelente frontal de maniobras y buenas decisiones para hacerla entera, decente, unida y no una campanada de temporada  y temática efímera como el trabajo invertido en ella.