En un país como el nuestro dónde se nos está intentando desde muchos frentes imponer el estilo europeo de vida, se agradece que alguien intente recordar nuestras costumbres aunque solo sea como hilo conductor de una película coral, dónde las diferentes historias se entremezclen gracias a un pretexto: la comida.
Estamos ante el segundo film dirigido por Jorge Coira tras El año de la garrapata, una comedia sencillita en sus pretensiones y logros con un toque gamberrete, pero que se dejaba ver sin mayor esfuerzo. Para este segundo trabajo, rodado íntegramente en Galicia ha intentado dar una mayor profundidad a la trama que aunque goce de mas historias paralelas y muchos más personajes, intente llegar al corazón del público.
Del drama a los momentos más cómicos, este largometraje intentará dejar una huella especial, a la que sobre todo deberán aportar un empuje especial los actores. Entre los múltiples nombres que podemos encontrar destacamos al siempre perfecto Luis Tosar (Celda 211, También la lluvia), Sergio Pérez-Mencheta (Los Borgia) o Víctor Clavijo (Tres días).
Ideal para los que siguen disfrutando sentándose alrededor de una mesa llena de comida como simple pretexto para juntarse y hablar.