El director Michael Hoffman, el de El club de los emperadores, Un día inolvidable o El sueño de una noche de verano, vuelve a las pantallas con esta película de título La última estación. El juego de clásica historia de época y personajes con alegría de guión y mezcla de comedia romántica, parece ser la apuesta rica de una película claramente comercial pero que ofrece más oferta de lo usual en el género de palomitas.
Por tanto, utilizando la excusa de León Tolstoy, que quien no lo conozca es que no tiene demasiado en estima la literatura, nos va a ofrecer gratas palabras con personajes alocados y mucho blusón. Los encargados de llevar adelante tamaña hazaña, son dos amantes del teatro a los que no les importa pertenecer a films menores como este. Helen Mirren (La reina) y Christopher Plummer (El imaginario del Doctor Parnassus).
Acompañantes y alicientes para no abandonar el film, James McAvoy (Expiación) y Paul Giamatti (Entre copas) dos secundarios de lujo, ante un film de esos de tres estrellas, siendo del 2008, de esos de fácil olvido pero también de fácil revisitado en televisión. Son respetables, son curiosos y hasta ligeros y buenos para llevar ante cualquier público pero no llegan a tener más.