Esto es una locura. Mortensen en el telediario de la noche, en plena entrevista a manos de un Lorenzo Milá que busca el comentario político, intros a publicidad de telecinco, reportaje por aquí y por allá... Todo lo que se merece la película más cara del cine español.
Pero lo que no sé yo es si su calidad estará a la altura de su presupuesto. No dudo que será un guión serio, avalado por la solidez de Arturo Pérez Reverte, y refinado a ojos cinematográficos por el eficaz Agustín Díaz Yanes (el chico de los Goya con “Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto”). Yanes, es bueno, pero no derrocha talento, o al menos no lo ha hecho hasta ahora, por mucho que se le quiera encumbrar en estos días de prensa alocada como “director de lujo” no llega a entrar en el top five de directores españoles. Ha firmado dos película muy menores como “Al límite” y “Sin noticias de Dios”, vamos, que se queda en un 1-2.
Con el panorama actoral no tengo pegas. Especialmente me interesa Javier Cámara (“Hable con ella”, “La vida secreta de las palabras”), en un papel muy interesante para él. No repetiré la lista, ya la ha redactado Hypnos en su crítica, todos muy bien elegidos y en su lugar. El protagonista, a quien no puedo dejar de nombrar, Viggo Mortensen, ante todo demuestra que es actor. Se arriesga con un proyecto español, como recientemente se había arriesgado con el cine de corte más independiente en “Una historia de violencia”. Este actor de profunda presencia y más moderada capacidad interpretativa se está labrando un currículum de calidad poco a poco.
En definitiva, veo esta película como un paso adelante para el cine español dentro de proyectos sólidos, de compleja producción y abordando un género poco conocido por aquí, habrá que comprobar si se aprecian carencias (como en las recientes incursiones en el cine de terror). Creo que será fácil ver una buena película pero dudo que sea tan buena como la locura de la publicidad nos quiere hacer ver.