Crítica de la película De tal padre, tal hijo por Hypnos

En estos días estamos asistiendo a dos acontecimientos que podrían tildarse de antagónicos. Por un lado, el Festival de Cine de Cannes sigue con su velocidad de crucero, imagen, santo y seña del buen estado de la industria cinematográfica actual y, por el otro, asistimos a cines en España que cierran y a un modelo o agotado o en sus estertores, empeñados algunos capitanes de barco, porque siempre los hay, en que la orquesta siga tocando hasta el fin.

Y esta película converge en la diametralidad opuesta de los significados de estas dos realidades. Me explico. Hirokazu Koreeda es uno de los directores considerados como más interesantes del panorama cinematográfico japonés actual. Para los Boyeristas, esto no les resultará nuevo ya que es de lo poco que tan insigne figura de la crítica cinematográfica ha rescatado de lo que llevamos de Festival. Sin embargo, el estreno de sus películas se convierte en muchas ocasiones en una auténtica odisea, a pesar de llevar una carrera muy sólida con títulos anteriores como Kiseki, Still walking o Air Doll. Y es que, en contra de lo que muchos opinan, Cannes y el Cine, así con mayúscula, no sólo vive del efímero polvo de las estrellas.

El caso es que para aquellos cinéfilos o no tan cinéfilos pero que esperan que los festivales de serie A les destilen los must del cine de calidad en versión original que hay que ver el resto del año, la nueva película de Koreeda presenta su candidatura.

Una vez más, Koreeda nos vuelve a mostrar, como pocos lo saben hacer, una familia desde una visión de radiografía bastante más caliente de lo que quizá estemos acostumbrados en Europa. Aquí no va a estar Haneke con su bisturí sino el finísimo pulso de Koreeda que es capaz de partir de un planteamiento casi de película de terror realista para adentrarse en aquellas líneas en las que palpita el ADN de una familia, de lo que consideramos como propio, de lo que nos ayuda a definirnos y plantearnos una serie de dilemas morales en los que no nos encontraremos solos ante el abismo, como sucedería, siguiendo con el ejemplo, en una película de Haneke.

Aún es pronto para saber si ésta será la película del Festival de Cine de Cannes 2013 pero lo que está claro es que para todos aquellos que amamos el Cine, los focos de Cannes nos han iluminado un camino.