Los hermanos Coen nos han regalado algunas de las películas más refrescantes de las últimas décadas. El gran Lebowski o Barton Fink por nombrar mis dos favoritas. Pero con sus dos últimos trabajos no andaban tan fuertes, me refiero a The Ladykillers y Crueldad intolerable. Eran “sólo” buenas, y uno ya se espera mucho más de estos dos hermanos tan particulares. Ni si quiera su episodio en Paris je t’aime fue de los mejores.
Ahora tenemos una de las favoritas en esta edición de los Oscar, y entre los nominados, como todos sabemos está Javier Bardem con considerables posibilidades de llevarse la estatuilla de juerga esa noche. En todo caso, se espera que esta sea una de las buenas, y creo que será así, sólo me queda la duda de si será una de nivel alto o simplemente una de las mejores.
El hecho de que hayan recurrido a una adaptación en lugar de trabajar con su habitual guión original no me despierta muchas buenas expectativas. La novela de Cormac McCarthy está muy bien considerada pero ni su temática ni su tono me apetecen demasiado y lo que más me preocupa es que una adaptación corte, en cierto modo, las alas de la imaginación desbordante de este par de genios y termine resultando un producto mucho más convencional. Espero que no sea así.
Como he dicho, tenemos a Bardem en un papel secundario crucial para la película, confío plenamente en el buen hacer de un actor que está labrándose una carrera fabulosa, brillando a veces más por su capacidad de rechazar proyectos que por los aceptados. Me apenará y me será difícil escucharle doblado con otra voz, pero al final será lo mejor. Como protagonista tenemos a Tommy Lee Jones, que este año también está nominado al Oscar, aunque no por esta película sino por su estupendo trabajo en En el valle de Elah. El actor seguramente estará muy en su ambiente dentro de este proyecto. Josh Brolin a quien hemos visto en American Gangster y el carismático Woody Harrelson completan un reparto de lo más interesante.
Como siempre, los Coen se valdrán de la delicada música de Curter Burwell y de la impecable capacidad de uno de los mejores directores de fotografía del momento, Roger Deakins, también nominado al Oscar y doblemente, por esta película y por El asesinato de Jesse James. Aunque no me apetece demasiado ver un cruce entre western y cine negro, tengo muchas ganas de ver este trabajo de dos de los mejores directores en activo. Será una de las buenas.