Me ilusiona ver a Brian De Palma otra vez volviendo a las andadas y pendiente de un hilo. Quiero decir que ha estado siempre sujeto a numerosas críticas y desde luego sus más aférrimos admiradores estarán encantados y no creo que queden defraudados. Por el contrario los hay que no soportan verle otra vez en la gran pantalla sobretodo si lo es en un film denuncia. Esperaba más de él en la reciente La dalia negra y tengo que decir que me decepcionó.
Esta vez vuelve a mostrar su cara más polémica,la que a todos nos gusta. Sin embargo puede caer en el error de ser muy provocador y no llegar más allá. Una denuncia en toda regla pero nada más.
Escrita y dirigida por él, me gusta. Y quisiera ver en la boca de sus muchachos comentarios irónicos, críticos y burlones y así soltar alguna que otra carcajada en un ambiente tan hostil.
No todo es bueno y De Palma cuenta con el anonimato de su reparto aunque ya han hecho sus pinitos en series de televisión. Por eso podrían quedar libres de futuras reacciones del público aunque no me parece una película de interpretación. Su contenido visual es atractivo, es eficaz, no depende de un guión que lo ate los noventa minutos. Y como esto es la guerra la música de los fusiles valdrá de sobra para escandalizarnos. Habrá momentos que nos recuerden a otras de su género y no castigo al que vaya a verla y la juzge como un film violento donde los haya y no vea más alla de la arena y el barro.
Le puede salir bien si el binomio drama-bélica sabe defenderse cada una por su lado y respetándose en todo momento.
Quiero pensar que serán noventa minutos de un grande al que no quiero ver retirado. Dejémosle, a su manera.