Sí, así es como se ve esta película, hora y media que se te pasa volando.
¿La historia? Tópica tópica. El profesor nuevo que llega a un colegio de niños muy traviesos con métodos muy diferentes a los que utiliza el director de la escuela, el malo de la película. El proceso de adaptación del profesor que se gana a los chavales a base de comportarse diferente a como ellos esperan. En un momento dado se da cuenta que la música amansa a las fieras y cambia la estructura del colegio al instaurar un coro en el que descubre que uno de los niños, cuya madre es muy bella, tiene unas facultades excepcionales. Claro está, todo acabará mal, pero el malo de la película también acaba mal.
Sé que es un poco aburrido en una post repetir el argumento, pero es que es tan previsible...
El resto de la película funciona muy bien por lo amable y entrañable que es. Ya se sabe que pones unos niños, como el pequeño huérfano, y tienes mucho hecho.
La BSO, sinceramente, no es tan buena como pensaba, de hecho, Barratier explota en exceso el msin theme.
Los actores están todos muy correctos en sus respectivos papeles, y Barratier, el director hace con la cámara aquello que se puede esperar, con especial mención al plano en el que se ve en primer término al culpable del incendio, y en último término el colegio ardiendo. Pero es que ese incendio era tan previsible también....
¿Y previsible es malo? ¿Qué sucede, que uno es un insensible que no ve más allá de la fría técnica? Rotundamente, no. De ahí mi nota de tres estrellas. Ha cumplido el expediente, y ha hecho que la haya disfrutado de un tirón.