Lo admito, tengo una gran debilidad por aquellas películas que incluyen la palabra "misterio" en su título. De pequeño devoré y devoré novelas de misterio, y cuando descubrí el cine de misterio a él me aboné. De ahí que siempre reciba con los brazos abiertos a todas aquellas películas que buscan engatusar con una trama de intriga y misterio. Pero por lo que verdadera debilidad tengo es por el género del misterio-histórico, Por todos esos guiones en los que podemos seguir las pesquisas de un investigador en los tiempos en que series a lo C.S.I. eran impensables. Esos cantos a la ciencia de la deducción.
A todos aquellos que compartan esta debilidad os invito a seguir leyendo la precrítrica, a aquellos otros, en cambio, que les parezca que el género está agotado, mi recomendación es que no pierdan el tiempo y el dinero en ver esta película, porque me temo que tampoco posee unos atributos cinematográficos extra capaces de hacer olvidar dicho agotamiento.
Su director es nada más y nada menos que Paul McGuigan. A que no os suena. ¿Y si os digo que debutó en la gran pantalla con "The acid house"? Una estupenda película nacida al rebufo del éxito de "Trainspotting", donde, para mí, lo más meritorio no era la dirección, sino el guión. ¿Qué hace este tipo metido en el corsé de una intriga de misterio medieval con tintes de drama? Una incógnita.
¿Y qué caras veremos en la pantalla? Mucho rostro que nos sonará. Tenemos al gran Willem Dafoe, que no necesita más presentación; tenemos a Brian Cox (Agamenón en "Troya" o Stryker en "X men 2"); a Paul Bettany (su aparición más recordada ha sido la de "amigo especial" de Russell Crowe en "Una mente maravillosa"); también veremos el rostro duro de uno de los hombres más envidiados del planeta, Vincent Cassell (marido de Monica Bellucci, y actor en la arrebatadora "Irreversible", ahora le podemos ver también en "Blueberry"); lástima, sin embargo, que la película flojee un poco en las presencias femeninas, donde no veremos ningún rostro conocido (lo que apunta a que quizá sea una película donde las mujeres no tengan un gran protagonismo); señalaremos los nombres de dos españolas: Elvira Mínguez y Marián Aguilera.
Otro detalle a tener en cuenta en una película histórica es su vestuario. Nos tiene que entrar bien por los ojos y desde el comienzo, si no, no nos creeremos nada. Esta película cuenta con la responsable del vestuario en películas como "El celo", "Carmen", "Los señores del acero" o "Robin y Marian".
Con todo, si hay alguno que cree que sí que hay valores cinematográficos como para arriesgrase, mi pregunta es: ¿no estaba el género agotado?