Crítica de la película Karaula por Hypnos

La película ha arrancado con mucha fuerza: visualmente poderosa y con una historia que caminaba firme hacia lo humano y la exaltación de la amistad. Y es en esa línea donde se ha mantenido, con el fino humor negro balcánico, con la relación de esos soldados en el puesto fronterizo, con la sífilis del teniente y la pantomima del agrupamiento albanés.

Una pena que la película ha ido desfondándose a medida que crecía su metraje. No ha sabido encontrar la naturalidad en lo que a la metáfora de la desmembración se refiere, la historia de amor entre la mujer del teniente y el soldado médico no está bien pulida (aunque las escenas de sexo tan carnal están muy logradas), y, sobre todo, no ha acertado ni con el ritmo ni con el final adecuado.

Los últimos 15 minutos han chirriado y han sonado a tragedia artificial, excesivamente forzado todo. El jeep que en la oscuridad es confundido con los albaneses, el motivo de que la mujer decida salir medio desnuda, monte en el jeep, etc. El director nos ha querido dar la nota trágica, el agrio en un plato que se dejaba comer,y se ha pasado. No ha dado con la fórmula, y la escena se le ha ido de las manos, convirtiéndose en algo, como digo, artificial y efectista, con esa lluvia, con esa tragedia tan pococ creíble.

 Una pena. Esperaba más.