Quiero llamar ya la atención sobre esta película. Seguramente para cuando nos llegue, allá por septiembre, la publicidad pertinente haya ayudado a que se hable de ella, pero ésta es una de las labores meritorias de Precríticas: adelantarnos y huir de la sombra del tsunami del momento: A meses vista, yo quiero señalar Distrito 9 como uno de los títulos más interesantes, a priori, de 2009.
Hay que entender a qué me refiero: ni hablo de Oscars, ni de premios, ni de cine sesudo. Nada por el estilo. Estamos ante una peli con efectos especiales, con extraterrestres, producida por Peter Jackson. Pero varios detalles a tener en cuenta pespuntean un proyecto que no es precisamente convencional. Vayamos por partes.
Neil Blomkamp es un especialista en efectos visuales sudafricano que sabe, ante todo, lo que es patearse terreno televisivo. Pero paralelamente se ha abierto su propio camino a base de cortos. Uno de ellos, Alive in Joburg, dio con la premisa argumental que alimenta Distrito 9 (y que ni conozco del todo, ni quiero, ni pienso desvelaros por respeto) y, sobre todo, fue descubierto por un Peter Jackson que, sorprendido por lo que estaba viendo, se lanzó de cabeza a producir a Blomkamp su puesta en largo.
Sobre lo que Blomkamp propone no quiero, como decía, entrar a fondo, pero recordemos por ejemplo la estética de Hijos de los hombres, esa fotografía hiperrealista, y apuntemos únicamente dos conceptos: por un lado, "cine de extraterrestres", por otro, un cierto "enfoque social". Aunque una vez más, no quiero engañarme ni engañaros: espero un planteamiento original pero que para nada olvidará ese eterno esfuerzo tan norteamericano: ¡entretener!
Por otro lado, no hay actores reconocibles en el reparto, y eso en una película con cierta producción detrás me parece una declaración de intenciones.
En general son varios los elementos que comienzan a transmitirme buenas vibraciones, aunque ante una apuesta tan peculiar la cosa puede volverse estúpida y ridícula al menor resbalón. Ojalá no sea así.