Algo tiene el agua cuando la bendicen. O eso se podría comentar con una película de animación que fue un cortometraje para mayores. El peligro del paso de un lado a otro, y el estirado de esa fuerza de las buenas ideas al metraje extenso de una historia de cine grande pueden inundar de elementos a rechazar.
Indudablemente la mayoría de los niños parecen estar de acuerdo con la película, pero también lo están con todas aquellas que estén de moda, por lo que el éxito basado en ellos se basa más en el logro de las campañas de marketing que en la calidad del propio film.
Algo de oferta infantil deberá de tener, animación correcta española, nacionalización del contenido y algún detalle de agradecer en su ironía con Indiana, pero tampoco me espero demasiado. Sea dicho.