Ha llegado ya a nuestras pantallas una de las sensaciones del año. Se trata de la ópera prima de Shane Carruth, que aparte de dirigirla, la escribe, protagoniza, ilumina y monta. Cine independiente en estado puro, señoras y señores.
Pero ahí no termina la cosa porque el bueno de Carruth resulta que, antes de director de cine, era matemático y trabajaba como ingeniero. Algunos la han comparado con "Cabeza borradora", otros dicen que se trata de una película independiente de culto, al estilo de "Pi" o "Cube". Igualmente, con el objetivo de acrecentar la leyenda, se dice que el guión lo escribió tras estar postrado un mes en cama debido a un accidente de coche en el que no hizo otra cosa que ver cine clásico.
¿Marketing? ¿Humo? ¿Qué habrá de verdad en todo esto? A mí el hecho de tratarse de una de esas películas del género fantaciencia y el aroma a rupturista me convencen. Por mucho que todos se empeñen en demostrar que no soy más que un conservador en esto del cine. Pero lo cierto es que el cocktail, con los ingredientes que lleva, o lo vomito al primer trago, o lo paladeo hasta el final. ¿Os animáis? Yo sé de alguno que sí que lo hará.
Eso sí, yo ya lo he avisado, aquéllos que les gueste levantarse de la butaca con los deberes hechos lo mejor que pueden hacer es, simplemente, no ir a verla.