Un thriller de bajo presupuesto, con los topless de rigor estratégicamente ubicados en el metraje, algún asesino inesperado, sus cuchillos, su sangre... Esto en USA es todo un género de películas insufribles, carne de videoclub. Cuando no son telefilmes. En su momento, eso sí, nacieron como deliciosas peliculillas de serie B, hasta que degeneraron en esa basura sin interés que son ahora.
Pero claro, es que en España este género no existe. O al menos, apenas. Esto le da un valor. Es algo aún en pañales, con ese ímpetu y esa energía del que da sus primeros pasos. Aunque no sean precisamente los primeros para su realizador, Javier Elorrieta. Pero sí para proyectos como este, con esos actores tan televisivos, tan poco vistos en cine.
Y seguramente, tres cuartos de lo mismo para muchos de los técnicos que hayan participado en su rodaje. Mucho cine barato, mucho cine de tres al cuarto.
Vamos, que la peli va a ser un thriller chungo sin pies ni cabeza. Eso que no lo dude nadie. Pero si Elorrieta lo ha adornado con la casquería, la sangre y las tetas adecuadas, lo mismo le quedaba una basura deliciosa. Quien sabe, quizás hasta hubiera sido una cosilla interesante para la Semana de Terror, de haber llegado en esas fechas.