“Ficción” es un proyecto claramente personal, quiere serlo y lo es, para bien y para mal. Si fuera posible ofrecer una valoración objetiva sobre las películas en general, sobre esta no se podría. No puedo salir del cine opinando como lo haría de “Infiltrados” que es una gran película. Sin embargo puedo decir que muchas cosas me han llegado. Y creo que, en definitiva, es lo que quiere conseguir el director, llegar a algunos y algunas veces. Transmitir.
Es verdad que puede resultar pomposo y excesivamente cultureta ver escenas como esa del principio en la que están cenando con esa luz y con ese vino y hablando de grandes cosas de la vida. Es verdad. Pero entre tanto escuchas esto y lo otro, y te llegan cositas.
Eduard Fernández, como cabía esperar, nos regala con una gran interpretación, complicada, diferente, de palabras entredichas y frases rotas. Javier Cámara está más natural, como si no le costase actuar, como si no actuara, en un papel también más fácil. Ambos son lo mejor de la película. Aunque cabe destacar un trabajo serio, aunque no brillante, de las actrices.
El ritmo pausado deja un poso de tranquilidad, de serenidad, aunque también puede ser punto de partida para el aburrimiento. Yo no me he aburrido pero sí he podido tener e algún momento sensaciones de desinterés, porque al fin y al cabo la película no pretende mantenerte pegado a la butaca.
Un final del ya clásico amor contenido resulta maravilloso. Un refugio bajo la lluvia es esperanzador en una vida gris. Un “Lost in traslation” a la catalana. Quizá con demasiado interés en la modernidad y en las relaciones atípicas como para calar hondo. En cualquier caso un buen proyecto personal de un director que promete.