Con la historia de que sea un remake de "Fingers" (James Toback 1978) no se puede vivir para siempre. En esta ocasión el atormentado protagonista que quiere pasar de heredero del negocio inmobiliario a pianista como su madre, no parece tener la potencia de un ser que se debate en un mundo tan personal, esto es difícil y de aplauso complicado, sin embargo, laureado en los César, se nos vende como gran película a reconocer.
Me tendrá que convencer con sus buenos haceres un film que se puede perder en el exceso de dramatismo en una historia vieja que ya no entristece a nadie. Los tiempos han cambiado y este tipo de cuestiones dejan de tener el componente de problemática en algunas culturas, puede que en Francia todo sea distinto.