Una oferta demasiado original para ser importante durante 90 minutos. Ese taxista que viaja en taxis robados por Barcelona puede ser un filón para comedias de situación, pero como drama el miedo que tengo es que caiga en el tedio, al fin y al cabo, parece la idea de un cortometraje y rellenarlo puede ser muy complicado.
Con el aire de los nuevos tiempos y una dirección ilusionada en los primeros pinitos, puede que asistamos a un trabajo sincero, sin complejos, aunque al fin y al cabo no dé para mucho más que una buena intenció que sabe a poco.