No me fío de esta comedia por ser demasiado comedia, por tener ese aire de comedia casual con un tridente demasiado viejo e inocente refiriéndome a que ya se conoce desde tiempo atrás. Entiendo que sea necesario para determinado sector del público que consume este producto a lo americano, que pueda también disfrutarse por su parte a lo hispánico, pero siempre acaban siendo simplonas y necesitan de demasiado consentimiento de los espectadores no fans que terminan por apartarse del género.
Joaquín Oristrell (Inconscientes o Va a ser que nadie es perfecto) es un director, más guionista, que asegura cierto nivel de escritura, por su puesto en la línea de las películas menores no chirriando mucho, pero el problema no va a ser lo que digan y cómo esté colocado, sino lo rematadamente curioso de la relación, y si no pasen y vean, que se aleja de la normalidad o lo meramente creíble, sobre todo en los finales, que casi siempre acaban siendo forzados y rápidos cerrando las heridas demasiado correctamente.
El trío, prometedor o al menos distinto, que ya teníamos ganas. Olivia Molina (Jara) representa a la dama, una dama menos preciosista y más simplemente bella que tendrá a dos galanes extraños como pareja pero perfectos para este tipo de caprichos de género, Paco León (muy popular en la serie de televisión Aída) y Alfonso Bassave (8cho citas), contrapuntos que es lo que necesita la comedia, pero poco más.