Crítica de la película Un plan brillante (Flawless) por Keichi

El cine de atracos y planes perfectos constituye casi un género propio dentro de las temáticas predilectas tratadas por el mundo del séptimo arte. A la hora de mencionar este subgénero, las referencias a películas como La jungla de asfalto (John Houston) o La gran estafa (Don Siegel), son casi obligadas. En esta ocasión la conspiración está ambientada en el Londres de los años sesenta y el codiciado botín es un cargamento de diamantes de incalculable valor. Pero el guión de la película no se va a centrar solamente en la planificación de un robo y su ejecución, sino que introducirá otros elementos menos habituales en este tipo de producciones, tales como las intrigas políticas y el tema de la discriminación laboral de la mujer. Para que la historia funcione, no pueden faltar unos necesarios golpes de efecto. Igualmente, se ha de mantener una tensión más o menos constante para no aburrir al espectador. Hay suficientes precedentes como para que los responsables de la trama utilicen los recursos a su disposición de manera efectiva.

Dirige la película Michel Radford, cuyo último trabajo es la versión de 2004 de El mercader de Venecia. En esta ocasión, el director vuelve a rodearse de un equipo de actores tremendamente atractivo. En efecto, el principal aliciente del film reside en la pareja protagonista, interpretada por una madura pero todavía hermosa Demi Moore y el veterano Michael Caine. De Moore se puede decir que ha iniciado una nueva etapa en su carrera -inaugurada con el film Bobby- en la que reivindicarse como una actriz consagrada y solvente. Por su parte, mencionar a Caine es hablar de uno de los mitos vivientes del cine, un actor que ya estuvo presente en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián con Hijos de los hombres, de Alfonso Cuarón, donde dejó bien claras sus incuestionables virtudes interpretativas. El resto de papeles secundarios corren a cargo de actores de renombre como el veterano Joss Ackland, al que se les suma un actor francés en alza como Lambert Wilson. Cabe esperar que la ambientación del film esté especialmente cuidada.

En resumidas cuentas, Flawless está concebida como una película comercial y entretenida, un producto sin pretensiones pero que no renuncie en ningún momento a la calidad. Es una apuesta segura.