Lentitud, densidad, el acelerador pisado en la justa medida pero sin variación, ritmo bajo pero constante, sonoro... Está claro por dónde van los tiros con Tres monos.
Es cine de festival. Así de claro. Habrá dolor en primeros planos, sostenidos y sin ánimo de cortar antes de los próximos veinte segundos. El que vaya a elegir esta película como una de esas que verá por dos euros en la Fiesta del Cine programada para los próximos días debe saber a qué se atiene.
Ahora viene el dato festivalero relevante: premio a dirección en Cannes. Suenan las campanas, alerta, aviso en primer grado. Eso sí, no nos confundamos: premiada en la edición de 2008, no en la edición de postín de este 2009 en la que concursaron los Haneke, Tarantino, Von Trier, Almodóvar y compañía. Sobre el premio, no diré "por algo será", pero sí "¿por algo será?"
Cine festivalero turco-francés en nuestra cartelera. ¡Ya sabéis a los que váis!