He de confesar que pensé sinceramente que fuera bastante peor, pero la dignidad vislumbra por el film. Nuestro héroe no es desmedido, aunque si algo pedante en ocasiones, no cualquiera puede hacer de Indiana. Encaja en el argumento de aventura sencilla que nos presenta y eso sí en los momentos que no debe caer en el espectáculo ramplón se nota que el dedo de la prudencia adquiere importancia.
Los planos bien dirigidos denotan la calidad de pendamiento de un director con los dedos de frente, sin demasiadas ganas o al menos con las ganas que merece la película en sí misma.
Es merecedor de atención el momento Horse, aunque no nos vayamos a subir a la parra, supongo que la respeto porque me muestra respeto con sus licencias medidas, sus detalles de no lágrima fácil y la presencia de un clima de sencillez que no defrauda.