La idea de retratar el día a día de un grupo de agentes de policía no es ninguna novedad. Así que nos podemos preguntar que es lo que puede mostrar este título para que haya acumulado trece nominaciones a los Cesar franceses y haya obtenido el premio especial del jurado en Cannes la pasada edición. Bien es cierto que también ha levantado cierta polémica con sus semejanzas a otros films galos y ciertas críticas la han tachado de simplona y efectista. Que queréis que os diga, separar a la crítica de tal manera es algo que atrae a cualquier amante del cine.
La directora, guionista y actriz de este film es Maïwenn, a la que muchos recordarán en Alta tensión, que desde su posición de observadora como fotógrafa dentro un grupo especial de la Policía francesa, delimitará en contexto de esta historia que parece un falso documental, narrándonos con cierto desasosiego y dramatismo velado e incluso parece con algún toque sarcástico, el complicado equilibrio de la mezclas de culturas y la indefensión de los más pequeños.
Puede que al salir del cine tengamos esa doble lectura de un film, de que te haya sobrecogido y a la vez te haga sentir incómodo, pero finalmente no sepas si intentaban jugar contigo o intentaban hacerte partícipe de algo. Puede merecer la pena el intento.