Me falta valor para darle mas nota a esta mezcla de la saga de Resident Evil, 28 días después, su inferior secuela y Rescate en Nueva York. Puede que resulte un batí burrillo de géneros y la historia se convierta en algo muy visto ya, pero tengo cierta fe en este proyecto. El motivo de mi esperanza tiene un nombre propio: Neil Marshall, que dio una bocanada de aire fresco al cine de terror con The descent y cautivó a muchos con su ópera prima Dog Soldiers.
Como en ocasiones anteriores, Marshall vuelve a escribir y dirigir. Me gusta ese enfoque diferente que tiene, con sus presupuestos moderados, pero que dan sus frutos a la hora de pasarlo mal en la butaca. Tensión y acción asegurada, que espero no dejen caer el ritmo en ningún momento.
El reparto incluye esta vez nombres conocidos, aunque no de primera línea, como Malcolm McDowell (Halloween, The Company) o Bob Hoskins ( Hollywoodland, Tránsito).
Espero grandes cosas de este director, que gracias a no limitarse a copiar y a intentar incluir nuevos conceptos en sus películas, puede mostrarnos algo más a lo que, tristemente, estamos acostumbrados.