Feliz año abuela es la traducción literal del título de esta película de corte local, de uno de los creadores de Aupa Etxebeste, gran acaparadora de aplausos y risas, objetivo primordial de aquel film , y que en esta ocasión promete ofrecer lo mismo pero moviendo su guión hacia terrenos más serios con intriga incluso de por medio.
Este experimentadísimo técnico de cine, Telmo Esnal, se ha hecho un hueco en el panorama realizando tanto cortometrajes como ya películas con cierta asiduidad. La premisa es sencilla, cine de entretenimiento y sonrisa, aunque como decía antes complicando un poco más la escena en esta ocasión. En una historia entorno a una abuela y su internamiento en una casa para ancianos siempre se puede uno encontrar cómodo con el humor, pero lo interesante será ver cómo se da el giro de tuerca para hacer de ello algo mucho más intenso.
Cine vasco, se puede decir, para consumo sencillo, en un festival que ofrece de todo y aporta variedad. Cine para quien pretenda disfrutar del euskera en cine, que pocas veces se da el caso, y una propuesta que al menos, no robará minutos tontos entre las elecciones del Festival de San Sebastián, sino que cumplirá su objetivo entretener con cierta calidad.